Ah, la Navidad!
La propia palabra llena nuestros corazones de alegría.
Cuando llegue el día, el
mismo calor que sentimos junto a los más pequeños es igual al calor que
envuelve nuestro corazón y nuestros hogares.
¡Paz y armonía!
Nosotros deseamos para que el Espíritu de la Navidad no
sólo roce las almas, sino que cale en ellas y que estas Fiestas estén envueltas
en papel de felicidad y atadas con cinta de amor para que perduren todo el Año
Nuevo.
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